Seguro que todos hemos visto u oído el desastre de restauración loca que ha hecho una octogenaria en un pueblete de Zaragoza en la iglesia.
Parece de pandereta la verdad, pero o la mujer estaba un poco gagá, o se la fué la proporción un pelín (señora, se le cae un poco ese ojo, gracias mozo¡ lo apaño nao) o esa mujer esconde en su interior una actitud artística de cagarse y su medio de expresión la ha hecho configurar formas expresionístas que harían cagar ladrillos al mismo E.Munch.
Yo mientras sigo con mis monigotes y mi humor sin fuste.
Un saludazo¡¡

No hay comentarios:
Publicar un comentario